Kell Osborne

Hoy, domingo, se cumple una semana de la muerte de Kell Osborne. En un comienzo de año en el que la pérdida de importantes figuras de la música se está sucediendo (Johnny Otis, Etta James, Don Cornelius), rendimos desde estas líneas un pequeño homenaje a este artista que vio nacer a las Supremes y que pudo haber formado parte de los Temptations de no ser por la impaciencia que le acompañaría durante toda su vida.

Sus comienzos en el mundo de la música no son muy diferentes a los de otros cantantes. Se trata de una historia bien parecida: vida ligada desde muy temprana edad a la comunidad religiosa, formaciones en coros, etc. Ya desligado de ella y con la firme convicción de dedicarse profesionalmente a la música, formó conjunto con tres amigos de la infancia: Eddie Kendricks, Paul Williams y Willy Waller (parece que también contaban con Jerome Averette). Finalmente, se quedaron en trío al tener que abandonarles el último de ellos por cambio de residencia. Una decisión de Kelly les llevó a volver a juntar sus vidas a la de Willy mudándose a Cleveland. Allí se ganaron la vida como podían y empezaron a tener cierta repercusión local como The Cavaliers  (si bien eran conocidos popularmente por el apodo que se ganaron debido al trabajo que desempañaban, que era el de lavaplatos). Bajo la dirección de su primer manager, Milton Jenkins, tomaron la decisión de adoptar el nombre de The Primes y moverse a Detroit en busca de más posibilidades. Allí llegaron a hermanarse con un trío femenino que contaba ni más ni menos que con Diana Ross, Mary Wilson y Flo Ballad (sí, el germen de las Supremes), naciendo así The Primettes. Tras un tiempo en el que se sucedían las actuaciones por la ciudad del motor, Kelly llegó a desanimarse al no ver clara una salida al mercado en forma de contrato y decidió abandonar la formación. Sus dos compañeros decidieron buscarse nuevos socios, uniéndose a Otis Williams y Melvin Franklin para formar The Elgins, que luego se convertirían en The Temptations.

Ya en solitario, comenzó su periplo de grabaciones en distintas casas. Su primera oportunidad le vino de la mano de Lester Sill y Phil Spector en Trey Records. Pasó al sello Class tras una grabación en Cenca de la que no hay apenas referencias. Aunque llegó a firmar un primer contrato con una discográfica más seria como Capitol, lamentablemente tuvo que olvidarse de esa nueva aventura al verse obligado a cumplir con el servicio militar. A pesar de este contratiempo, se lanzó una nueva grabación en Revis gracias a una amistad muy cercana con el dueño del sello, quien también se había convertido en su manager. 

Una vez de vuelta, firmó con la filial de WB, Loma Records, con la que dejó una grabación. Dado que no llegaba la oportunidad de volver al estudio, y tras una serie de desencuentros con Billy Revis (se dice que no quiso cerrar su contratación con casas tan relevantes como ABC debido al conflicto de intereses que le supondría), decidió romper su relación laboral con él y firmó con otro monstruo como era Mercury. 

Finalmente, y para pesar de Kell, ninguna grabación vio la luz. Tras este revés en su carrera, el impacto que estaba teniendo en el circuito de las grandes discográficas se fue diluyendo y no volvió a contar con una oportunidad así. Vería editadas diferentes referencias en esos años, algunas como reediciones en filiales de Class y en un sello paralelo de Revis (bajo otro nombre por decisión del manager). Retirado del negocio musical desde mediados de los 90, tuvo que ser ingresado recientemente debido a complicaciones en su estado de salud. Complicaciones que no pudo superar, lamentablemente.

Su disco ''Something For The Books'', en Revis, sonó con motivo del Forum Club del pasado 14/01.